viernes, 8 de octubre de 2010

Sucina sin escudo

CARTA ABIERTA A UN ERUDITO

Que sepan ustedes los sucineros, que el escudo que ensalzamos con orgullo y llevamos por bandera, no es propiedad de nuestro pueblo, ni tan solo de uno de sus habitantes, su autor monopoliza su uso y lo limita a su voluntad. De este modo he recibido quejas por su uso en la red, la conclusión es que un sucinero no puede promocionar sus símbolos locales en internet con fines culturales. Por tanto he renunciado a su uso y se lo he hecho saber directamente por correo a su autor. El cual hago público.

Sean mis primeras líneas portadoras de un respetuoso saludo y de mis mejores deseos, pero no es mi intención detenerme en adulaciones gratuitas. El motivo por el cual me dirijo nuevamente a usted, es para transmitirle mi mas profunda tristeza por su desatención después de no recibir ningún tipo de contestación a mi último correo, no obstante soy consciente de que usted tendrá otros quehaceres mas importantes.
Dicho esto, tengo que hacerle llegar mi indignación mas abrupta y le reitero mi preocupación con respecto al uso del escudo de Sucina, ya que usted dice ser su propietario y único benefactor, el cual concede autorización a su uso. Seguidamente, usted ignora mis peticiones por conocer mas del escudo que dice ser del pueblo de Sucina, usted se aferra al ocultismo de un símbolo que debería ser de conocimiento y dominio público, por tanto entiendo que no tiene voluntad de colaborar con un sucinero anónimo que nada tiene que ver con el poder.
Lamentablemente percibo un efluvio de altivez en su actitud, y he tomado la determinación por iniciativa propia de suprimir su escudo de todos los portales de internet a los que tenga acceso como impulsor, de este modo me desentiendo de cualquier afrenta que pueda dirigirme y le restituyo el monopolio de su uso.
He de decirle, que cada vez me sonrojan mas nuestros dirigentes locales y sus zalameros autocomplacientes, no sin mas, espero expectante el día en el que el pueblo de Sucina pueda autorrealizarse y ser partícipe de su propio gobierno impulsado de un espíritu acendrado de servicio y sacrificio.
Le invito calurosamente a que visite nuestro space; sucina1744.spaces.live.com, y siga de cerca las opiniones de la gente de Sucina, que por otra parte poco tienen que ver con las alturas del poder.
Para concluir, ya que estas últimas semanas han sido especialmente literarias en Sucina, quiero despedirme de usted con una estrofa de una poesía de Miguel Hernández.

¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?

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