viernes, 8 de octubre de 2010

Tiempos dificiles

LA QUIEBRA DEL CAPITALISMO


Respecto a la especulación financiera:
"Al mismo tiempo que mejora la organización de los mercados de inversión, aumentan, sin embargo, los riesgos del predominio de la especulación. Los especuladores podrían no resultar perjudiciales si fueran como burbujas dentro de una corriente empresarial estable; lo grave se produce cuando es la empresa la que se convierte en una burbuja en medio del desorden especulativo".
John Maynard Keynes. Teoría general del empleo, del interés y la moneda, 1936.


Esta primera entrada del blog esta encabezada por unas palabras del economista Keynes, que ya a principios del siglo XX, hacia una diagnosis exhaustiva sobre el comportamiento de la economía capitalista en relación al desorden especulativo y sus consecuencias, Keynes en 1936 ya era capaz de prever los efectos de la especulación descontrolada, nuestros dirigentes en pleno siglo XXI, son sorprendidos o dicen ser sorprendidos por el alcance de la crisis económica; algo realmente ocurrente.

El tiempo que nos precede ha sido un periodo de frenesí económico, de un capitalismo depredador y sediento, que basaba principalmente su actividad en la promoción inmobiliaria a gran escala, ofreciendo paraísos terrenales sobre una demanda ficticia inflada por la especulación.
El motor de la construcción ha generado ingentes cantidades de dinero y riquezas imponentes muy a corto plazo, mas típico de una economía de casino que de una economía real, a su vez, toda una industria auxiliar dependiente, era arrastrada por la falacia inmobiliaria; la banca, la industria automovilística y otras, lucían una salud vigorosa, hasta que finalmente el circulo virtuoso se torna en circulo vicioso, y todo gira en sentido inverso a lo anterior. La construcción se detiene por exceso de oferta y elevados precios, lo que deriva en impagos, destrucción de empleo, hipotecas impagadas, los bancos pierden liquidez, la actividad económica se detiene, el Estado no ingresa y además debe hacer frente a las prestaciones sociales, por consiguiente la economía se encuentra en situación de caída libre.
Entonces la comunidad empresarial que años atrás, mas que buscar el comprensible beneficio normal se había desbocado haciendo de la usura su práctica habitual, ahora reclaman el salvavidas del Estado para cohibir la hemorragia especulativa que precisamente ellos generaron. Como medida nuclear, la patronal demanda al gobierno que flexibilicen el despido, cuyo precepto perjudicaría frontalmente al trabajador, es decir al que con mayor presión le incide la crisis. ¡Oiga! si hemos de hundirnos, hundámonos todos juntos.
Por otra parte, la hipocresía política también ayuda a acrecentar el alcance de la crisis, cuando en plena campaña electoral del pasado año, el gobierno se negaba a pronunciar el término “crisis”, asignándole a este fenómeno apelativos mas tibios y prediciendo una duración efímera y pasajera, como si aquí no pasara nada, mientras tanto la no crisis, ya empezaba hacer mella en algunos hogares y empresas. No se puede negar lo evidente y manifiesto, y posteriormente apelar a la ignorancia y al desconocimiento como atenuante y vía de escape de la responsabilidad que tiene un dirigente, no sin mas, hay que reconocer el temple del Presidente del Gobierno, su talante y otras aptitudes varias, ya que suele salir airoso de situaciones muy comprometidas, manteniendo el tipo en circunstancias muy adversas como las que hoy sufrimos y no perecer en el intento. Como dijo Juan Domingo Peron; “conducir (gobernar) no es mandar, conducir es distinto a mandar, conducir es persuadir, al hombre siempre es mejor persuadirle que obligarle. En la conducción política esta es un regla que no se debe romper nunca”.
Quizás este sea una de las claves del éxito de nuestro presidente, el principio de convencer siempre y de no imponer. Hablo de éxito, porque para mi lo es, en este mismo instante con el peso de la crisis a sus espaldas, la valoración personal que le dan los ciudadanos es superior a la de Mariano Rajoy, y en la intención de voto el PP no logra aventajar al PSOE.
Sin embargo sus mayores defectos; la tibieza y la hipocresía, están muy bien enmascarados, casi inapreciables, tras su simpatía perenne.
Una de las argucias a la que con mayor frecuencia recurre para evadir su responsabilidad como dirigente, es dirigir la atención a entes globales e internacionales, a entidades impersonales a las que no podemos exigir nada, habla de determinismos, de una fuerza superior externa al país contra la cual da a entender que no se puede combatir, entonces es cuando no sabemos si esto es una de las novelas de Tolkien o es la realidad.

Respecto a nuestra pequeña aldea gala rodeada de fortificaciones romanas, ¿que se puede decir?, es el vivo ejemplo de un modelo de desarrollo voraz e incontrolado, que sembró vientos y ahora recoge tempestades. Un pueblo sin capacidad de autogobierno, sin capacidad de administrarse y generar riqueza, no puede crear puestos de trabajo, infraestructuras, instalaciones deportivas, espacios de ocio, cultura y esparcimiento…En definitiva, Sucina no incentiva a futuras inversiones foráneas y por tanto, no es un espacio idóneo y atractivo para futuros habitantes. De seguir así, jamás podrá ser un destino turístico realmente serio que ofrezca un aliciente a un potencial turista residencial.

Como colofón, estamos siendo testigos del derrumbamiento, de la quiebra del capitalismo como lo expusieron sus teóricos, la economía especulativa mas acomodada y prestigiosa, eclipsa a la economía real, mas laboriosa y sacrificada, que recobrara su papel primordial cuando el Estado retome su responsabilidad en la economía y tenga el peso que realmente le corresponde.

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